martes, 8 de mayo de 2012

Mi Confrontaciónn con la Docencia.

El contenido de la presente narración favorece la competencia docente en cuanto a organizar la formación continua a lo largo de la trayectoria profesional para lo cual es necesario una reflexión de la práctica cotidiana, actividad derivaba del módulo uno de la especialización en competencias docentes para la educación media superior.
En el año de 1999 terminé mi preparatoria en la Escuela Normal de Aguascalientes, para ese entonces ya llevaba tres años como integrante de la Escolta de Bandera representativa de la institución, actividad que fue de mi agrado desde un inicio permitiéndome destacar en comparación a mis demás compañeras. Sabía que el año mencionado sería trascendental para mí, puesto que tenía que tomar una de las decisiones más importantes de mi vida y definiría mis expectativas de proyecto de vida, así que me encontraba en un dilema “seguir en la misma escuela al estudiar una licenciatura en educación  asegurando mi continuidad en la Escolta de Bandera ó ingresar a la universidad autónoma de Aguascalientes con alguna licenciatura en psicología, enseñanza del idioma inglés, trabajo social, asesoría psicopedagógica, lo cual implicaba renunciar  a lo que en aquel momento me había forjado el carácter y luchar por mis ideales”.

Como no existe plazo que no se cumpla, llegó el momento de decidir y opte por quedarme en la Normal de Aguascalientes ya que a final de cuentas las licenciaturas por las cuales me inclinaba estaban ligadas a el ámbito educativo, mas aun que provengo de familia de maestros.
Así pues, mi profesión de origen es la Licenciatura en Educación Primaria, durante los cuatro años de preparación pude disfrutar de la Banda Reglamentaria y Escolta de Bandera desarrollando nuevas habilidades y destrezas que me ayudaron a aprender a tocar el tambor y posteriormente la corneta, paralelo a esto, me enamoré de la docencia mientras avanzaba el plan de estudios reafirmando que soy profesora por convicción. Egresé de esta institución en el año 2003 con un dejo de tristeza ya que siete años de mi vida fueron forjados ahí y sin pensar lo que el destino tenía preparado para mí.
En el año de 2004, fui convocada por la dirección del plantel para laborar en la institución con la Escolta de Bandera, en el 2006 trabajé frente a grupo con la asignatura de español enfocada a la comprensión lectora, en el 2008 y hasta la fecha soy la titular de la banda y escolta, por la carga horaria fue imposible continuar frente a los grupos con la asignatura de español, sin embargo estoy a cargo de un grupo de señoritas de elite y enamoradas al igual que yo de la disciplina.
A pesar de mi poca experiencia en el nivel medio superior, he aprendido a empatar la práctica y teoría estudiadas en mi profesión de origen, como menciona  (Esteve, 2003) “con el tiempo se van corrigiendo errores y apuntando lo positivo, gané la libertad de estar en clase con seguridad, saber lo que se puede y lo que no se pude hacer, de decir lo que pienso, de ensayar nuevas técnicas. Y con ello llegó la alegría de sentirme útil, de una alta valoración de mi trabajo, por haber escapado a la rutina convirtiendo en cada clase en una aventura y un reto”, perfeccionando la pedagogía y exigiéndome a seguir estudiando para estar actualizada al tomar cursos impartidos por la Federación Mexicana de Bandas de Marcha, Escoltas y Guiones, A.C. con los cuales pude obtener la especialidad como entrenador de Bandas de Marcha y Escoltas de Bandera en Arte Competitivo.
En este tiempo he reafirmado la elección que hice de ser profesora, no existe ni habrá trabajo más humano como éste, pienso y siento que el serlo me realiza como persona al llenarme de energía y alegría que irradian mis alumnas cuando estoy con ellas, de igual forma dejo en su persona un valor que considero la base del saber ser de cualquier humano como lo es la lealtad.
De esta forma, para mí, toma el sentido de ser docente en el nivel medio superior, puesto que en esta etapa concluye el desarrollo de la personalidad y los alumnos no sólo se quedan con conocimientos sino que les heredamos una pequeña parte de nosotros por medio del currículum oculto que en un futuro saldrá a la luz, considero que las acciones hablan más que las palabras y sobre todo “el ejemplo arrastra” por esta razón procuro ser con ellas coherente entre mí “hacer” y “actuar”.
Uno de los motivos que me causa satisfacción, es observar en mis alumnas la movilización de saberes en diferentes contextos, como lo es el trasladar los saberes adquiridos en la banda y escolta a las situaciones problema que presentan en sus grupos académicos, el modificar sus conductas con ellas mismas, en la escuela y en la familia, pero sobre todo verlas realizadas plenamente como personas y profesionalmente sin dudar en la toma de una decisión preponderante que la lleve al éxito, pero más aun ser recordada con cariño como la maestra que compartió una etapa de su vida. De esta manera coincido con  (Esteve, 2003) “Al rescatar en cada lección el valor humano del conocimiento, al ayudarles a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea”.


Lamentablemente la banda y escolta no es reconocida y valorada en algunos planteles como actividad formativa, sino por el contrario, la conceptualizan como correccional donde el alumno será disciplinado y ordenado o en ocasiones se convierte en guardería de aquellos que son considerados como caso perdido, este es un motivo de insatisfacción y día con día voy contra corriente con aquellos docentes que opinan que es una pérdida de tiempo puesto que no comprenden las implicaciones académicas que conllevan con su práctica, como ejemplo, un alumno que logró ser puntual al asistir a los entrenamientos, ceremonias o presentaciones; pulcro en su persona  y en arreglo de su uniforme; ordenado con sus objetos personales; obediente al atender las indicaciones de su comandante o entrenador, no tendrá problema alguno con las demás asignaturas, puesto que repetirá el patrón de conducta adquirido, será organizado y mantendrá una presentación personal agradable.
Sólo los que hemos vivido el verdadero sentido de pertenecer y entrenar una banda y escolta, conocemos las implicaciones, los retos y el impacto que tiene en la sociedad al formar ciudadanos comprometidos con su país para seguir adelante.


Todos los que compartimos esta bella profesión, nos mostramos preocupados porque nos topamos con jóvenes faltos de compromiso, sueños o metas o por la deserción escolar que hoy en nuestros días es producto, en algunas veces, de la necesidad de sobrevivir o por la poca conciencia de los mismos padres de familia de la importancia del estudio para salir adelante, sin embargo como agentes de cambio en nuestra sociedad es nuestro deber enfrentar estos problemas manteniéndonos abiertos a los cambios del mundo globalizado trabajando de manera colegiada y ofreciendo un trato humano, amable y respetuoso entre docentes así como maestro – alumno siendo una vertiente para comprender lo que les acontece día con día e incluir en nuestras clases sus necesidades y a partir de ellas fijarnos retos continuos teniendo presentes los aprendizajes esperados como competencias a desarrollar en ellos.
Por lo tanto es necesario innovar nuestras prácticas educativas integrando el uso de las nuevas tecnologías, implementar y hacer consciencia del uso de las autoevaluaciones, favorecer el trabajo en equipo así como la elaboración de diversos instrumentos de evaluación que nos permitan observar los avances obtenidos y ver de forma tangible si estamos preparando alumnos que posean las competencias necesarias para enfrentarse a la vida.


LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES SOBRE LAS TIC´S

Mi grupo de Banda Reglamentaria y Escolta de Bandera de la Escuela Normal de Aguascalientes, está formado por los distintos semestres del bachillerato, sin embargo al aplicar el andamio cognitivo sobre el uso de la internet, la mayoría coincidió en:
  • Buscar información sobre tareas.
  • Bajar música e imágenes.
  • Revisar su mail.
  • Actualizar el facebook.
  • Chatear.
  • Compartir fotografías y videos.
Casí en su totalidad poseen una computadora personal, en la cual almacenan archivos de algunas tareas, fotografías, videos y música.

Sin embargo, muy pocas visualizan la internet como fuente de información que debe ser tratada con responsabilidad, si principal uso es solamente comunicativo y social.

Es difícil encontrar a estas alturas del camino, como comunmente  decimos, a algún alumno que no cuente con saberes sobre el uso de la tecnología. Al cuestionarlas sobre las estratégias o formas que emplearían para compartir sus conocimientos sobre el tema, el grupo mencionó:

  • Creación de una reseña del grupo representativo al emplear los programas de Microsoft Office.
  • Establecer una red social específica para el manejo de avisos urgentes, horarios de entrenamiento, compartir fotos y videos de ceremonias, presentaciones y/o desfiles.